martes, 14 de junio de 2011

Cuando la vieja de Blancanieves llama a tu puerta.

Hoy he ido al cine con Zenu porque ya conté ayer que el otro día por ser súper molona y toparme con una inútil taquillera nos regalaron entradas. Hemos decidido ver Insidious porque he visto este trailer:


Total, que he visto el trailer y me he dicho: "yuju!si es una peli como Paranormal Activity entonces me voy a cagar de miedo y necesito soltar adrenalina". Es que estoy traumatizada totalmente con esa peli, después de verla ninguna me parece de miedo, sigo teniendo pesadillas y sigo acojonada con algunas imágenes, vale? Soy una nenaza.

Bueno pues eso, que os voy a contar la peli, pero enterita enterita, que estoy emocionada por hacer mi primer post peliculero de la historia.

¡¡¡¡SPOILEEEEEEER!!!!

Vale, pues empezamos.

Tenemos a la típica familia de padres jóvenes y dos niños casi de la misma edad puteando a un bebé que es una jodida llorona.

La peli empieza enseñándonos cómo se mudan y la madre lo organiza todo mientras el padre suda pollas y se tira el día currando, con el correspondiente disgusto de la madre, que no para de desembalar cajas, cuidar niños y acunar a una enana que no para de berrear. Mientras hace todo eso también llama muchas veces a los de Telefónica para que les pongan el número de siempre, que es algo que los guionistas no se podían saltar, claro.
La madre, que es un pivón americano que podría tener 25 años, también toca el piano, porque es súper adorable y la típica perfect woman made in USA.

Una mañana de esas en las que se siente totalmente vacía porque su maridito no está y los niños están en el cole y el bebé en la cuna, se pone a componer con el piano mientras tiene al lado el walkie talkie por el cual escucha cómo la mierda de la niña no para de llorar toooodo el rato. Y entonces de repente la niña se calla. Y la madre se acojona, claro. (Estoy pensando que a estas alturas aún no me he enterado de cómo se llamaban los protas). Total, que coge el walkie y sube el volumen, y se empiezan a escuchar susurros raros y gorgoritos de la nena. Y ahí te cagas encima porque ya te ves venir otra vez una peli como Paranormal Activity. Sube el sonido más y más (en vez de subir a ver a la niña, claro, porque es madre pero está igual de acojonada que yo estaba en el cine) y de repente escucha la voz de un hombre que grita y dice: ¡¡¡DÁMELO YAAAAAAAA!!!!

Pegas un salto en la butaca de esos que no gritas porque estás en el cine (y te has quedado sin voz por lo de tener los huevos en la garganta) y escuchas como la madre grita: ¡¡MI BEBÉEE!! y sube corriendo las escaleras y entra corriendo en la habitación y la nena está tan pancha en la cuna como si no hubiera pasado nada.

La madre se empieza a dar cuenta de que pasa algo raro de verdad cuando vuelve a tocar el querido piano y ve que los libros que había colocado están otra vez en sus respectivas cajas. Claro, antes no se había dado cuenta porque lo de escuchar una voz de hombre en tu casa estando sola con tu bebé es algo totalmente normal. Y mirando las cajas se da cuenta de que le faltan todas sus partituras.

Como en toda buena peli de terror, hay un ático oscuro y con telarañas arriba del todo teniendo que abrir una puerta chirriante, así que entra ahí y descubre que están sus partituras. ¿Cómo han llegado hasta ahí? Se pregunta ella, dubitativa y ojiplática.

Llega la noche y el niño de turno se dedica a inspeccionar la casa. Y llega al ático donde estaban las partituras. Y se sube a una escalera y se cae. Y de repente suena un ruido muy grande que te hace saltar de la butaca otra vez y el niño grita mucho mucho y los padres suben corriendo a ver qué le había pasado a su niño del alma. Pero no le había pasado nada. Sólo se había hecho un chichón.

A la mañana siguiente, todos desayunando, el padre se da cuenta de que no tienen fruta porque intenta morder una manzana pero se da cuenta de que es de cera. Oh, malditas mudanzas, exclama.

Como ven que el niño pequeño (el pato, el que se había caído de la escalera por bajito) no se levanta, van a despertarlo, y se dan cuenta de que no despierta. Van al hospital y resulta que está en coma. Pero los médicos no saben explicar qué pasa, porque tiene todo perfecto y eso. Vamos, lo que pasa siempre, que por algo es una peli de miedo, nada se puede explicar.

Tres meses después y mil pruebas realizadas al niño tonto de turno, los médicos lo mandan a casa y los padres meten a su hijo en su habitación entubado y con una máquina enchufada que hace PiPiPi toda la santa película y que no para ni cuando están fuera de casa rodando. 

Y aquí empieza el acojone.

La madre empieza a tener sueños extraños. El hermano dice que no quiere dormir con el que está en coma porque por las noches se levanta y le da miedo, y la niña llorona no para de recibir visitas de un tío vestido de payaso (literal).

Total, que el padre hace lo que haría un hombre hijo de puta y se queda trabajando hasta las mil dejando el acojone sólo para la madre. Y llega muy tarde a casa normalmente. Y uno de esos días la madre descubre una garra enorme de sangre en las sábanas del niño. Y entonces llega el padre y discuten y él duerme en el sofá. Y mientras están durmiendo entra un hombre-vampiro (véis Buffy? pues uno de esos que salen que parecen vampiros) y se intenta comer a la mujer, y la mujer grita y el hombre sube y el vampiro ya no está. Creo que intentaban hacer parecer que era un espíritu pero yo creo que era un vampiro. En esas que el hombre está con un bate en la mano buscando por toda la casa, cierra la puerta del todo y activa la alarma. Sube a la habitación y suena la alarma. Y la nena llora y el payaso está otra vez en el cuarto. Y todos gritan y corren y de repente la puerta está abierta. Y el hombre la vuelve a cerrar mientras suena el ruido infernal de la alarma y apaga la alarma. Y cuando vuelve a la habitación se repiten las escenas otra vez.

Se hace de día y la mujer quiere irse.

Así que se vuelven a mudar.

Y vuelve a pasar lo mismo más o menos. Esta vez en vez de un vampiro es un enano disfrazado de niño que corre por la casa mientras pone música hawaiana y se sienta al lado del niño que está en coma y la madre le asusta para que se vaya y deje en paz a su hijo.

Entonces llega la abuela de los niños. Muy joven para mi gusto. O muy operada. Y les dice que tiene ayuda para ellos. Es cuando llega una vieja con dos frikis y hacen inspecciones y fotos por toda la casa en la que salen novias cadáver, niñas disfrazadas con caras muy pintadas, y más payasos.

La vieja resulta que va a ver al niño y de repente le dice al friki (que es un lacayo al que trata como esclavo) que dibuje a un demonio muy feo, negro con la cara roja y garras y los ojos negros negros como agujeros. Y la peli torna. Deja de ser una peli de "miedo" para ser una peli de psicología rara. Les explica a los padres que a su hijo le gusta viajar y que como piensa que es un sueño pues hace viajes astrales muy largos y esta vez se ha perdido en el más allá, y que el demonio negro ese está allí porque quiere su cuerpo para hacer el mal a los demás. Que digo yo, ser un demonio consiste en eso, si quieres está allí sólo para observar la belleza de su querido niñito, no?

Y el padre echa de casa a la vieja porque no cree nada de lo que le dice. Y les insulta y les llama timadores.

Pero va a hablar con el niño comatoso y en un arranque de observación ve que el tablón de garabatos del niño está repleto de dibus del demonio negro y feo y de frases que dicen: "ayer me vi durmiendo pero me aburría y me fui a dar un paseo por ahí". Y llaman a la vieja otra vez.

La vieja dice que tienen que llamar al niño para que vuelva a su cuerpo o los muertos le poseerán. Y se pone una cabeza de buzo (¿?¿?¿?) y contacta con el cuerpo astral del niño, que está en un sitio lleno de llamas y llora y quiere a papá y a mamá. De repente el niño dice: "Oye jodida vieja, para ya de hablarme que el demonio te escucha y me pegará" y entonces el demonio empieza a llamarle zorra todo el rato y a decirle que le va a arrancar la cabeza. Y el niño se levanta de la cama y se lía a ostias con todo el mundo presente en la sala y aparecen el vampiro, el payaso, el demonio y las niñas disfrazadas de época, todos vestidos con algo digno de "Pesadillas", la serie esa que también eran libros, lo prometo, no veo ninguna diferencia en la vestimenta. Y la vieja coge de los pelos al niño y grita: "SAAAAAAAL DE SU CUEEEEEERPOOOOOOOO!!!!!" y se calma todo.

Cuando crees que te has cambiado de sala y estás viendo otra peli resulta que hay una explicación lógica para todo esto: el padre de pequeño también tenía viajes astrales y la vieja ya le trató a él porque en vez de un demonio había una anciana como la de Blancanieves que le acechaba y le quería poseer, pero él no se acuerda de nada, obviamente. O sea que los viajes astrales del niño son genéticos porque al padre también le gustaba viajar.

¿Solución? Hipnotizan al padre para que viaje astralmente en busca del arca perdida. Digo, de su hijo. Y entra en una casa astral en el que entes astrales disfrazados le quieren comer y robar el alma. Y la vieja no para de decir: "siiiigue mi voooooooz, guiateeeee por mi vooooooz". Al final, el padre, como buen padre americano que es, encuentra astralmente a su hijo, que está llorando y atado con cadenas, y le convence de que no es real y entonces el niño se suelta y salen corriendo mientras el demonio les persigue. El padre y el demonio tienen una lucha que el padre gana porque mientras la vieja le grita él piensa que no es real y entonces saca una fuerza como de Goku o algo así.

Tras muchas carreritas por el más allá astral y demás consiguen volver a casa. Pero antes de volver a su cuerpo les persiguen mil novias cadáveres que van entrando en la casa real para poseer a los vivos mientras la mujer coge la cabeza de su marido dormido y dice: "vuelve!!! (bis mil veces)".

Obviamente, en el más allá el padre se ha encontrado con la vieja que le perseguía de pequeño y le dice mirándose en un espejo: "déjame jodida vieja bruja, déjame en paz ya, que yo no te quiero".

Vuelven a la casa, el niño se despierta, come espaguettis porque tiene hambre, y todos son felices.

Peeeero, como el final no molaba así, los guionistas decidieron que había que hacerlo aún más surrealista. Así que mientras el niño, la madre y la abuela están en la cocina comiendo espaguettis (los otros niños están en casa de la vecina), el padre coge a la vieja guía de viajes astrales y le dice: "bueno, toma estas fotos que me hicísteis de pequeño con la vieja de Blancanieves detrás de mí y quémalas, ya no las necesito". La vieja se queda anonadada, le hace una foto, el padre se cabrea porque odia las fotos y la ahoga. La madre escucha gritos, va corriendo al salón y se encuentra a la vieja muerta. Flipando y llorando grita el nombre de su maridito, que aparece por detrás con forma de vieja de Blancanieves, porque al final le había poseído, y mata a todo el mundo.

Fin.

domingo, 12 de junio de 2011

Blase, la que te focka. Vol 2.

Antes de todo disculparme por mi ausencia, pero he tenido así como que ciento cincuenta y cuatro exámenes concentrados en pocos días. Así redondeando.

Todos sabéis ya que soy una quejica. Hay veces (muchas veces) que me quejo por puro placer, porque estoy estresada y es la mejor forma de desahogarse (correr y frinkar también valen pero son menos factibles). Y también hay otras veces que me quejo con razón. Porque me tocan las pelotas y entonces  me tengo que quejar.

Seguro que todos os habréis encontrado en la típica situación en la que te grandes empresas te intentan timar pero como la cantidad no es grande nadie dice nada. Y si no os ha pasado entonces tenéis una flor en el culo y tendéis que tener cuidado con las raíces porque os pueden hacer pupita.

¿Razones por las que normalmente no decimos nada?
Normalmente nos da miedo o vergüenza reclamar, porque nos pensamos que nos van a mandar a la mierda o porque decimos que qué más da que nos roben un poquito, si total, una cantidad pequeña no es nada importante. 
La excusa de que te da miedo la puedo entender, porque quizá detrás de la barra haya un ogro que te grite y te mire con cara de "eres gilipollas, cliente de mierda" y hay días en los que preferimos perder dos euros que discutir con retrasados, o simplemente hay días que si se te posa una mosca encima te pones a llorar y prefieres que nadie te baje la moral. Hay días, oye, hay días.
La segunda excusa, la de "total, son dos eurillos de ná" ME TOCA LOS COJJJJJONES DE MANERA SOBERANA. Porque sí, todos estamos de acuerdo en que si vas por la calle y se te pierden cinco euros, pues te llevas un disgustillo, porque quizá los necesitabas para comprar el pan o lo que fuera, pero no se acaba el mundo. Pero ÉSE no es el caso, esos cinco euros se te pueden perder a ti porque son tuyos, pero no se los tiene por qué quedar nadie así por las buenas. Si cojen cinco euros de más de cada cliente...qué pasa?? eh??? eeeeeeeeh??? Qué pasaría si yo voy todos los días y pido un euro a cada persona que me cruce por la calle?? Si me cruzo con cien y sólo me lo dan quince, pues ya son quince pavulis que ahorro. Imagináos a grande escala. ¡¡¡Millonetis por doquier!!! Pues éste es el caso señores, se quedan con dinero de la gente. Porque somos tontos, y porque pensamos que las reclamaciones no sirven para nada.

Pero

Yo

Tengo una buena noticia.

Seh.

Las reclamaciones sirven
(las de notas no, las otras, empollones, que  no podéis parar de pensar en estudios).

Que por qué lo sé?? Pues porque lo he comprobado. A ver, imagináos, estáis en épocas de exámenes y te tocan la moral. Cuantos más exámenes más estrés, y por tanto cuanto más tocapeloteo y más exámenes más ira condensada. Es el momento perfecto para coger a las empresas y hacerles.....¡¡¡¡ZASCA, EN TODA LA CUENTA!!!! Variante de "es mi dinero y me lo follo cuando quiero".

Ejemplo nº 1:

Una se va al cine tranquilamente con su cuchufleto y pide entradas para las diez, y como aún son las nueve se van a cenar algo antes de la peli para no gastarse un pastizal en palomitas y timos varios. Cuando van a entrar en la sesión pedida con la barrigola llena (y al final unas palomitas, que siempre me tientan) no les dejan, porque la novata taquillera (inútil además de novata) les ha dado entradas para la sesión de las nueve y media en 3D, siendo ése el motivo por el cual les han cobrado ocho euros y medio (dolorrrrrrr) en vez de seis.
Solución: Blase (la que te focka) se empieza a poner nerviosa mientras Zenu pasa vergüenza ajena. Se van al mostrador de atención al cliente. Blase pone cara de "estoy sonriendo de manera cínica y puedo saltar por encima del mostrador en menos de un segundo y abofetearte una y otra y otra vez si no me devuelves mi dinero y además me dejas entrar en la sesión de las diez". La sonrisa torna a verdadera cuando el argentino responsable (sí, argentino vale? no es mi culpa, saben muy bien a quién poner ahí) dice: "Bueno señorita, disculpe a mi compañera, hoy es su primer día de trabajo y aún no ha aprendido muy bien a usar el ordenador. Como su caja ha cerrado ya ahora mismo no les podemos devolver el dinero, pero les propongo una opción que les gustará (guiño guiño): pueden volver mañana a por la diferencia de precio o les puedo regalar dos entradas para la sesión que quieran el día que quieran y la película que quieran, además no caduca." PERRRFECTO. Zenu deja de pasar vergüenza ajena para amarme locamente y yo aplaudo. Debo de dar mucho miedo.

Ejemplo nº 2:

Una se quiere ir de viaje. Y necesita billetes de avión. Se tira una semana mirando precios y haciendo estadísticas de las horas y las agencias más baratas. Cuando por fin consigue billetes a precios muy reducidos se da cuenta de que más tarde te clavan 30 euros por ser billete electrónico (no lo entiendo, qué otra forma de billete hay si lo compro por internet?) y otros 25 por pagar con tarjeta (tampoco lo entiendo, qué otra forma de pago hay si lo compro por internet?). Total, que después de volverme loca, pegar al ordenador, escupir insultos varios hacia agencias y compañías y ya de paso cagarme en AENA (esto último porque sí), decido que eso es lo más barato que obtendré, ya que por un momento había optado por viajar en patera y obviar todos mis cálculos estadísticos hechos anteriormente. Tecleo nombres, apellidos, dnis, nº de tarjeta y varias polladas innecesarias más (como dónde vivo o mi código postal). Doy a una ventanita que se abre y pone: "acepto el pago de X euros". Clickeo. Acepto. Me lo pasan a la tarjeta. Me mandan un mensaje al móvil y ¡¡¡SORPRESA!!! me han cobrado de más. Cinco euros de más, exactamente.
Solución: Con mi cabreo anterior que ha vuelto a salir a la luz esta vez de una manera mucho más....cómo decirlo....homicida, voy a la sección quejas y escribo lo siguiente: (copio pego de verdazzz)

"He firmado el pago de 151.36 euros, y se me han cobrado 156. Cuando vas a pagar, te dicen MUY CLARAMENTE: "el precio final es este, incluyendo las tarjetas", pero luego me cobráis más por la tarjeta. ¿Sabéis que os puedo demandar por esto, verdad? Si yo he aceptado un pago de X dinero, NO PODÉIS COBRARME MÁS. Exijo la devolución inmediata de la diferencia entre lo que he aceptado y la que se me ha cobrado, que no ha tenido nada que ver con la compañía del vuelo, sino con vosotros."
 
(Muy mal redactado, vale, pero mi cabreo había llegado a límites insospechados y vomité sobre el teclado).
 
Resultado: esta mañana tenía mis cinco euros en la tarjeta de nuevo y un mensaje de disculpas en mi mail. Podría haber aprovechado para ver si colaba que me dejaran gratis los billetes pero en ese momento ni lo pensé, y me parecería un poco inmoral (aunque me hubiera venido de puta madre, hablando mal y pronto).
 
De nuevo, soy Blase, la que te focka. Muajajajajajaja.