martes, 5 de febrero de 2013

Welcome Mr. Marshall.

Levantarte todas las mañanas. Abrir twitter. Leer trapos sucios de políticos. Reír o llorar, dependiendo del día. Estudiar. No querer ni encender la tele para no enterarte de más cosas.

Y así todos y cada uno de los días desde hace ni me acuerdo los años.

Bienvenidos a España.

Un país dominado por Alemania. Un país en que la mayoría de los políticos no saben cuánto cuesta un café en una cafetería normal. Un país en que los políticos que sí lo saben son igual de culpables que los que lo ignoran, porque no hacen nada para que los otros lo sepan.

Vivimos en una península con unas cuantas islas, que en realidad parece dividido en 17 con barreras infranqueables.

Los "dirigentes" se preocupan de todo menos de lo que se tienen que preocupar y cuando las cosas no salen como ellos (o sus asesores sin la ESO) previeron, entonces la culpa es nuestra.

Nuestra, porque hemos vivido por encima de nuestras posibilidades. Dejando de lado así que quien hizo eso fue con el consentimiento de un banco que la mayoría de las veces se aprovechó de la ignorancia de la gente.

Nuestra, porque hemos estudiado según nuestra vocación en vez de según las necesidades del país. Dejando de lado que es el país el que se tiene que adaptar a sus ciudadanos y no al revés.

Son pillados con el carrito del helado y la boca con berretes y aún tienen la cara dura de decir "me he comido un helado, pero eso no justifica que el carrito esté vacío... Espera que termino de tragar... Te voy a demandar por injurias y calumnias, que está muy de moda últimamente".

Bienvenidos a España.

Un país donde da miedo pedir la dimisión del actual Gobierno porque ni siquiera tendrías a quién votar.

Un país en que, cuando el Presidente es elegido, sigue saliendo con la bandera de su partido de fondo en vez de con la bandera española. Recuerde, señor, que ha salido elegido Presidente de toda España, no sólo de los que le votaron.

Un país en que la oposición del Gobierno es en realidad una oposición hacia el país entero. No hacen más que joder. Pretenden dar lecciones morales, porque ya se sabe que es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio.

Un país cuyos partidos políticos se dedican a darse de guantazos, a mano abierta, con la que está cayendo. Intentando destituírse y desprestigiarse los unos a los otros, en vez de dejar a un lado la mierda de orgullo que puedan tener (que es bastante poco).

Un país cuyos sindicatos dejaron de serlo hace mucho tiempo.

Bienvenidos a España.

Donde los ciudadanos nos pegamos por defender a los partidos en vez de salir a la calle a obligar a salir a los políticos a la calle, estén donde estén, no sólo en Génova o en Ferraz.

Donde la corrupción nos parecía bien antes porque no nos tocaba de lleno.

Donde estamos empezando a despertar pero nos preocupa más no perder un día de sueldo por hacer huelga por la que nos están liando desde arriba.

Donde le ponemos color político a la huelga en vez de aprovecharla para lo que tiene que ser aprovechada: hacernos escuchar.


....Bienvenidos a España.... Disfrutad de ella, que le queda bien poquito.