viernes, 3 de febrero de 2012

He vuelto (creo).

¿Que he estado mucho tiempo sin escribir? Sí. ¿Pero mucho mucho mucho? También.

Lo siento, he estado desmotivada. No me apetecía. No tenía nada nuevo que contar. No tenía tiempo para ello. O sí tenía tiempo, pero prefería dedicarlo a otras cosas. Ya sabéis que no planeo los posts, salen de repente. Y si no tengo un ordenador al lado lo dejo pasar. Soy incapaz de escribir un post desde el móvil. Lo que me gusta es teclear.

No puedo decir que he vuelto.

Me encantaría volver, pero no volver para quejarme o desahogarme. Me encantaría volver para reírme, contar cosillas sin importancia, descubrirme poco a poco. Pensar escribiendo, que para eso soy mujer y no sé pensar en voz baja.

No sé si podré. Lo que sí que sé es que este es un primer paso.

Pero sigo aquí. Que lo sepáis.

Por cierto, vísteis qué gracioso lo de "mañana hablo del Papa"?? Jajajajaja. Ojalá sólo hubiera pasado un día desde entonces. Me traumatizó demasiado. Desde este verano apenas veo las noticias. Sólo leo twitter. Y tampoco me creo ni la mitad. Me hierve la sangre.

Sigo intentando ser zen. Y consigo transmitirlo a los demás. Pero será de tanto tranquilizar y relativizar los problemas de la gente que se me está acabando mi dosis. Quizá un día de estos me vuelva loca aunque sólo sea por un día. Así sin tener en cuenta a los demás. Y no lo llamaré ser desconsiderada, diré que estoy harta de mirar por la gente sin mirar por mí, porque esa excusa parece ser que vale. Hagas daño a quien se lo hagas.

Seguro que sabéis de qué os hablo. Esa gente que va de que los demás son todos unos sensiblones y ellos no son nada malos. Esa gente que un día se levanta y decide que puede no tener en cuenta a la gente que le rodea porque nunca jamás les tienen en cuenta a ellos (y se quejan de los sensiblones). Esa gente, como las madres, que dicen: "Ya estoy harta de callarme! Llevo toda la vida haciéndolo!" y llevan toda la vida con la misma frase. Esa gente que achaca todo el daño que pueda hacer a "una mala racha" sin pensar que las rachas tienen fecha de caducidad. Esa gente a la que quieres con locura pero matarías de vez en cuando. Esa gente a la que no quieres decir nada de lo que te pasa, prefieres desahogarte con el ordenador, porque al fin y al cabo seguirá poniendo excusas, esto es una rabieta y "ya se te pasará", "estás muy sensible ultimamente" te van a contestar.

Pues sabéis una cosa? Las amistades se cuidan. Desde lejos, también. Y no me sirven las excusas. Llamadme fría, pero un simple whatsapp me basta. Y no es el hecho de escribir un whatsapp. Un mensajillo de esos es insignificante. Lo que no es insignificante es el interés que hay detrás.

Creo que se me quedan cosas en el tintero. Que podría explicarme mejor. Creo que en cuanto dé al botón de publicar se me ocurrirán mil y una cosas más que añadir.

He enlazado temas. He escrito de golpe y porrazo. Creo que tenía mono y necesitaba mi dosis. Creo que me ha quedado un post muy triste y muy deprimente. Y creo que no me define nada. Recordad, yo soy así!


Y quiero unas orejeras de pompones.

4 comentarios:

  1. En el párrafo nueve te comprendo totalmente.

    Y comento eso por comentar cualquier cosa. ¿qué podría decir "ya te iré leyendo"? Pues lo digo y lo haré.

    ResponderEliminar
  2. Buuuuurrrr. Vuelve del todooooooo. Una cosa, no te apetece porque cuanto más tarda más magnificas la vuelta. El gusanillo te entra cuanto más escribes y cuanto más feedback recibes. Escribe cualquier tontería, que has hecho en el día, un meme, lo mucho que quieres a Pe...y ya habrás creado el hábito y se convertirá en un placer y no en una carga, :*

    ResponderEliminar
  3. Alex!! Bienvenido!! =)

    Peeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!!! te loviu tanto que voy a escribir un post ahora mismito, jatetú lo que te digo ^^

    ResponderEliminar
  4. Güelcomeeeee!!!!!!

    Me alegro muuuuuucho de leerte, que ya hacía mucho!! Sigo y seguiré pasando por aquí ;)

    ^_^

    ResponderEliminar

Zenzaciones aquí