lunes, 19 de marzo de 2012

Mi padre.

Quizá sea un topicazo, pero mañana (o ya hoy) es el día del padre. Y este post habla de él, porque leyendo en twitter el hastag #noestupadre he leído muchas cosas que, por lo que veo, tienen muchos padres en común, pero hacen que él sea especial.

Mi padre tiene 60 tacos ya. Es calvo, tiene el pelo blanquito, gafas y bigote. Y es muy gracioso.

Desde hace un par de años en casa está sólo entre mi madre y yo, y el pobre se desespera, mi hermano le abandonó y ahora no hace más que llamarle por teléfono inventándose temas que pudieran crear preocupación (bancos, hipotecas, trabajo) aunque nunca le diga que le echa de menos. La verdad es que intenta no parecer muy sentimental y no es nada mimoso, pero aún me acuerdo de cuando yo era pequeña y mi sitio en el sofá estaba en su regazo, escuchando su respiración/ronquidos mientras veíamos la tele y mi hermano se recostaba en mi madre. Creo que allí jamás me hubiera podido pasar nada. Es una sensación que jamás se me olvidará. Últimamente me dan ganas de volver a ponerme así con él, pero al final nunca me atrevo.

Cuando mi hermano y yo éramos pequeños (pero no peques del todo, sino esa edad que das el coñazo que te mueres pero no eres mayor aún) y le veíamos venir por el pasillo, salíamos corriendo los dos a la vez al grito de "que viene papá ooooosooooooooooooooo!!!!!" y él nos miraba con cara de "cariño, nos han salido gilipollas". Luego nos tirábamos encima de él.

Hace tres nocheviejas mi hermano y yo llegamos con tal ciego a casa a las once de la mañana que fuimos a despertarle saltando encima de la cama. Se levantó y nos persiguió hasta que le pudo un ataque de risa al ver cómo mi hermano me escupió porque yo le había tirado antes del pelo.

Creo que nuestra relación, en algún momento dado, tornó de cariñosa de verdad a "te quincho y me río de ti porque es una manera mucho más divertida de demostrarte que te quiero". Y eso está bien, pero de vez en cuando tengo ganas de mimos por parte de mi papá. Snif.

Es un gran amigo. Siempre me da los mejores consejos. Mi madre no porque prefiere protegerme y decirme cosas como "pasa de eso", "no es importante" o "tú vales más que esas mierdas". Mi padre sin embargo me da bofetadas de realidad, me enseña a enfrentarme a las cosas. Además siempre lo hace de una determinada manera, primero me dice la frase, luego me cuenta una historieta de las suyas para convencerme de que tiene razón, y al final me dice que yo veré, que lo piense, que tengo que vivir las cosas por mí misma. El mejor consejo que me ha dado ever ha sido "ocúpate de las cosas cuando sucedan, y deja de PREocuparte mientras tanto".

Su familia tiene un gen que está de la olla. Es graciosísimo verle en eventos familiares. Canta rancheras como él sólo y cuando lleva unas cuantas copas le da por llorar, como una fémina con SPM. Para verle, de verdad.

Me da dinero a escondidas y tramamos planes para que mi madre no se entere.

Se traga entero el tiempo de la 1. Al mediodía y por la noche. Y nos lo cuenta preocupado. Abrigáos mañana niñas. Uh, qué calor, Blase, mañana no vayas muy fresca a la universidad pero llévate capas. 

Se pone histérico con la política. Odiaba a González. Aznar le cayó muy bien. Odia a ZP. Y se está arrepintiendo de verdad de haber votado al PP ahora. Y lo dice en voz baja si estoy yo cerca, porque sabe que me reiré.... se lo avisé!!

Le dan ataques de hambre a mitad de la noche y es capaz de comerse la nevera entera.

Ha tenido muchas dificultades en su vida, tanto laborales como familiares (tengo dos hermanastras que sudan pollas de él), y ha sabido llegar hasta donde está de algun modo milagroso.

Le admiro. Le quiero. Es mi padre. Mi madre eligió muy bien.

lunes, 12 de marzo de 2012

¿Pensar, o no pensar?

Creo que las relaciones deberían ser algo espontáneo.

Esperad, que he empezado muy directa.

¿Hacemos una intro? Nah, paso.

Que eso, que las relaciones deberían ser algo espontáneo, natural, sin complicaciones. Con esto no estoy queriendo decir que a la que haya complicaciones se tire todo por el retrete (como los muelles), sino que hay que plantearse si realmente te merecen la pena las cosas con esas complicaciones.

No hay que pensar tanto. Pensar mucho está sobrevalorado. Plantearse mucho las cosas está sobrevalorado. PREocuparse mucho de las cosas también está sobrevalorado. Disfrutar sin más, sin embargo, no lo está.

Creo que el amor debería ser eso que hace que te vuelvas loco. Que te permita no pensar. Bueno, que no te lo permita no, QUE TE LO HAGA IMPOSIBLE.

Luego viene una vocecita en mi cabeza y me dice: "Pero tía, ¿esas preocupaciones no son necesarias? Es decir ¿No es necesario pensar por ti, por los posibles daños que te puedan causar otros y por cohibir esos ataques de espontaneidad y locura?". Y esa vocecita me lía. Porque ¿hasta qué punto hay que dejarse llevar? ¿hasta qué punto no hay que pensar en las consecuencias, en las posibles dificultades que puede traer una relación? ¿si piensas mucho es que realmente no quieres estar con esa persona porque si quisieras no pensarías tanto?

Y voy a terminar el post como si fuera una periodista.

Y vosotros, ¿Qué pensáis? Porque yo no lo veo nada claro.... y sabed que soy de esas que no piensa, que tira para alante, y luego si tal ya llora. Pero ¿debería plantearse las cosas la gente como yo? ¿o es mejor llorar por haberlo intentado, que ni intentarlo por si acaso sale mal porque ya sabemos que hay dificultades?
Todo un lío, oigan.