martes, 23 de julio de 2013

Relax

De eso que un día te despiertas, abres los ojos como puedes (que a mí se me quedan pegados) y entonces sabes lo que quieres. 
Es raro, porque normalmente empiezas los días por inercia, pero esta vez estás completamente convencida. 
Y te tiras el día en Babia, pensando cómo hacerlo posible, barajando opciones, estudiando éxitos y no deseados fracasos.
Miras a tu alrededor. Escuchas a tu alrededor. Sentada en mi silla de plástico verde, incómoda como una mala cosa pero ensimismada en la piscina, en el ruodo que pueden hacer los pájaros y en los malditos niños que no pueden parar de berrear y enturbian TU silencio. 
Pero nada te puede parar y tu cabeza parece una locomotora a todo gas. Esto sí, esto no, esto puede, tengo que ponerme manos a la obra. 
Ahora, en un ratito. 
Y de repente son las diez de la noche, y físicamente has tirado tu día a la basura, pero no mentalmente. 
Meditar de vez en cuando está muy bien, pero agota.

Mañana será otro día... y seguiré necesitando agua para despegarme bien los ojos.

4 comentarios:

  1. Ahora te falta decirnos en qué pensabas marmotilla!

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  2. Tengo un proyecto en mente pero no quiero hablar de ello al menos hasta que esté empezado...que se gafa!! ya iré contando cuando me ponga manos a la obra ;)

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  3. Meditar te abre caminos lo que tienes que conseguir es empezar a andarlos pues nada llena mas que las vistas que tendrás al hacerlo...y como tu bien dices si sale mal algo aprenderás de ello.
    Es otra de los lados buenos de la vida...no hay nada escrito y tu creas el guión...t animo a hacerlo

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