lunes, 10 de enero de 2011

Raro, extraño, no común y demás sinónimos.

Han sido unas navidades raaaaras raaaras raras. Pero raaaaaaras de cojones. Han sido taaaan raras que no sé ni explicar por qué lo han sido. Así que como pienso hablando (o escribiendo en su defecto), voy a ver si lo descifro, u qué.

Una de esas cosas puede ser que es la primera vez que nos falta mi hermano en casa, y mi madre aún no ha cortado el cordón umbilical así que ha estado dando la vara todas las navidades. Bueno, también se le echa de menos porque normalmente es él quién anima el ambiente, me hace reír en las uvas, me lleva de fiesta como nadie sabe hacerlo y me da de collejas y eso.

De mi salud paso de hablar porque creo que mi útero tiene un defecto de fábrica y mis padres no pidieron ni garantía ni nada. Además he tenido fiebre dos veces en quince días. Y cagalera, tanta cagalera que iba a decir una cochinada muy grande y mejor me callo. Estoy tomando unas pastis (blancas rojas amarillas, todas son pastillas) del herbolario excesivamente caras, pero que parece que funcionan,  para mejorar mi sistema inmunológico. Con un poco de suerte también mejoran mi inteligencia y apruebo algo (juas, juas -.-'').

Venga que me lío, ya que me pongo hablemos de estudios. Esta ha sido la primera Navidad que he estudiado algo. Y cuando digo algo digo, pues eso, algo, tampoco os vayáis a emocionar. El resto de navidades universitarias que he tenido siempre me lo ha impedido algo (bien sea que era novata, la vaguería o las ganas interminables de fiesta). Esta vez no he ido a estudiar a donde normalmente lo hago porque gracias a los bolonios las salas de estudio estaban como si fueran el sitio de moda o algo, y paso de tanto agobio y tanta gente haciendo vida social en vez de estudiando como es debido. Así que he estudiado en casa, y ya se sabe que cuando no tienes que ir a algún sitio no te levantas pronto aunque te pongas el despertador. En mi caso además he desarrollado un superpoder que consiste en aguantar durante horas la cancioncita de turno pulsando el "cinco minutos más por favor que tengo mucho sueño".  El estar en casa ha provocado más....cómo decirlo....comodidad, que ha terminado en que me da pereza el simple hecho de vestirme y salir de casa. Estoy de un hogareño-vivan la mantita la peli y el novio, que no me lo creo ni yo.

Y así enlazando llegamos a Zenutrio (que, por cierto, voy a cambiarle de nombre que este queda muy feo, a partir de hoy será otro nombre que ya me saldrá porque ahora no me sale). No hemos tenido intimidad, y aunque a él no le gusta que diga esto, para que os hagáis una idea, somos como una pareja de amigos que se dan besos, o como una pareja de quinceañeros de los de antes (no como los de ahora, que somos todos unos golfos). Estoy súper enamorada y nuestra relación está en un punto perfecto, estable, más que perfecto diría yo, pero no nos podemos dar lo nuestro, no hay ni tiempo ni sitio, y por mi parte últimamente tampoco ganas, por lo que os he dicho antes de mi útero defectuoso y las correspondientes dosis hormonales que hacen que mi lívido sea nula y sólo me apetezca llorar de alegría cuando hacemos el amor (que yo hago el amor, que yo no frinko  ni cosas de esas, cochinos). Me doy mucha pereza, de verdad, qué perezón me produzco.

He estado alejada de mis amigos de la universidad, que día a día son los que me dan mi dosis de amor y esas chorradas, así que aunque me parezca mentira he echado de menos levantarme todos los días e ir a la biblioteca a encerrarme y dibujar pollitas en los apuntes (jijijiji) mientras el grupo masculino se empalma viendo tías buenas pasearse con tacones entre las mesas y Rumana y yo dedicamos el tiempo a poner motes y reírnos de nuestra facilidad para hacer amigos en esos sitios (sarcasmo).

Mis amigos más cercanos cada vez aportan menos. Los que no eran amigos han intentado reconciliación fallida, a modo de hoy te echo de menos pero mañana no, a modo de vámonos de fiesta pero en plan colegas, y ese tipo de cosas.

Creo que estoy creciendo, estoy formando una personalidad cada día más sólida, y me sorprendo tantas veces que me da pavor. Pero estoy segura de lo que hago, algo es algo.

Y tengo ganas de ir a Valencia y a Amsterdam. Pero eso no viene al caso, aunque sé que alguien pillará este guiño.



¡¡¡¡¡¡Y LOS EXÁMENES SE ACERCAAAAAAAAAAN!!!!!! ¡¡¡¡¡¡SÁLVESE QUIEN PUEDAAAAAAA!!!!!!! ¡¡¡¡¡EL APOCALIPSIS HA LLEGADOOOO!!!!!!!

5 comentarios:

  1. Tu eres Nema y yo Doris (por aquello de mi memoria =B)
    Tampoco parecen tan raras... hoy en dia una navidad perfecta de pelicula sería lo realmente raro xD

    Guiño? Que guiño? Cómo te llamas? =O

    ResponderEliminar
  2. El Zenutrio podría ser un Zenzei =B

    ResponderEliminar
  3. Chica, si no tienes dónde, regálense una escapadita romántica. No hace falta ir lejos o ir a un hotel de 5 estrellas, sólo un hotel bonito y a lo mejor una sesión de spa o de masajes,(eso y un polvo, te quedas como nueva).

    Y para el resto del tiempo siempre hay un coche en un descampado, o un buen amigo con piso de estudiante. Imaginación al poder.

    ResponderEliminar
  4. Yo creo que lo la vagancia y las ganas de peli y manta es algo que nos llega a todos en invierno, eh? Porque a mi estos días para sacarme de casa, telita! Jajaja. Weno, espero que en unos días estés a tope de salud de nuevo y que cojas con muchas ganas (ja!) los exámenes :) Un beso!

    ResponderEliminar
  5. Hay móteles buenos y baratos. Pero si la lívido no acompaña...

    ResponderEliminar

Zenzaciones aquí